miércoles, 29 de abril de 2009

COMO MANTENER UN CORAZON INTEGRO Y LIMPIO


NOVIAZGO



Las interrogantes se abren casi sin permiso cuando nos planteamos en nuestra vida qu� cosas poseen un valor incalculable. No extra�o que vengan a nuestra mente un sin fin de ideas, por ejemplo, podemos pensar en piedras preciosas, en objetos de arte, en documentos hist�ricos, entre otras cosas. Pero, si elevamos nuestra mirada, ampliamos nuestros horizontes podemos observar que todas las personas poseemos algo sin igual, mucho m�s preciado de lo que podemos imaginar, es decir, un coraz�n.Al mismo se lo puede considerar s�lo desde una perspectiva anat�mica, en otras palabras, como indica la Real Academia Espa�ola como un ��rgano de naturaleza muscular, com�n a todos los vertebrados y a muchos invertebrados, que act�a como impulsor de la sangre y que en el hombre est� situado en la cavidad tor�cica�. Sin embargo, lo incre�ble de querer sumergirse, de bucear en el tema del coraz�n humano, es que no lo podemos circunscribir bajo la sola perspectiva de un simple �rgano, puesto que la piedra angular radica en que por medio de �l podemos amar tanto a Dios, como a nuestros padres, a nuestro esposo/a o a nuestro novio/a, a nuestros amigos, etc. Con un mismo coraz�n sin compartimentos amamos, nos entregamos por completo sin reserva alguna, como tambi�n, aceptamos al otro. Pero este coraz�n para poder amar de verdad, entregarse y aceptar al otro, teniendo en cuenta su dignidad humana, necesita ser cuidado como el mayor tesoro que tenemos en nuestras manos y por lo cual, no lo podemos malgastar, desperdiciar, quitar el valor que realmente tiene, dejar que no lo respeten como lo que realmente es, � Se explica as� que, durante el noviazgo es fundamental cuidar este tesoro, para luego cuando llegue el momento de contraer matrimonio, la novia y el novio puedan decirse mutuamente �cuid� mi coraz�n durante toda mi vida, para poder entreg�rtelo a ti por entero, tal como t� te lo mereces�.El cuidar el coraz�n es todo un reto, un desaf�o, y por tanto, no implica algo f�cil, pero s� algo que vale la pena, algo por el cual jugarse y luchar en serio aunque cueste, puesto que el premio es mucho m�s que la copa que se entrega en los campeonatos mundiales de f�tbol. El premio del que hablamos no es algo externo, sino que �ste involucra a toda la persona, y en pocas palabras, encierra nada menos que su felicidad.Ahora viene la pregunta que tanto nos formulamos, �c�mo cuidarlo?. Quiz�s lo primero que tenemos que tener en cuenta, es no olvidar que es un tesoro que Dios nos dio para amar y por tanto, si no le damos el uso para el cual fue creado esto puede conducir a la falta de sentido de la vida, al desamor, a la angustia, a la depresi�n, etc. Asimismo, es conveniente no andar en la vida caminando por la cuerda floja, es decir, es fundamental evitar, tomar distancia de las situaciones que nos conduzcan a descuidar el valor tan preciado. De acuerdo a ello, podemos citar el cuidar la vista cuando vamos por la calle, el mirar televisi�n y revistas, ya que todo esto favorece a que se evite una avalancha de im�genes que a la larga las vamos aceptando como buenas, normales, en pocas palabras, vamos perdiendo sensibilidad a las cosas tal como sucede con la violencia que vemos a diario en la televisi�n. Otro punto a no perder de vista, es el ABC, es decir, el no pasarse de raya con las demostraciones de cari�o o sea, con los Abrazos, Besos y Caricias, a esto se suma tambi�n, el tema de las relaciones prematrimoniales. En �ste �ltimo punto, al considerar el porqu� no tenerlas podemos resaltar que en estas circunstancias puede primar el placer sexual, la curiosidad, el �feeling� moment�neo, la atracci�n f�sica, entre otras cosas, y por tanto, puede convertirse en un mero ejercicio f�sico entre animalitos que no supera el plano individual y por tanto, no conduce a una verdadera entrega y mutua uni�n. A su vez, las relaciones prematrimoniales no promueven a que se profundice en el conocimiento de la persona en s� misma, en unas palabras, a que los novios conozcan la riqueza incalculable e irrepetible que encierra toda la persona, aquello que la hace singular, diferente, �nica y por tanto, lo que no pasa con el tiempo, sino lo que permanece a trav�s de los a�os.Es de persona madura, audaz y fuerte ir contra corriente, contra los propios impulsos y deseos, al enfrentarse a la persona a quien se quiere y decirle que se prefiere esperar hasta contraer matrimonio puesto que esto los va a ayudar a ambos a conocerse mejor a s� mismos, y por tanto, a saber a quien se est� entregando para toda la vida en el momento del consentimiento matrimonial. Por �ltimo, como todos somos de carne y hueso, y tenemos los pies de barro podemos meter la pata hasta el fondo, no obstante, siempre tenemos la oportunidad de levantarnos, teniendo en cuenta que Dios nos quiere tanto y por ello podemos acercarnos a �l una y otra vez por medio de la confesi�n y de esta forma volver a empezar. Ahora bien, por decirlo de alguna manera, uno puede quedarse con la impresi�n de una visi�n muy negativa de la vida, conforme a lo mencionado en l�neas anteriores lo cual es todo lo contrario. A modo de ejemplo, La Puerta de la Ciudadela, El Palacio Legislativo y El Palacio Salvo, no fueron construidos de un d�a para el otro por obra de un mero impulso moment�neo. Hoy en d�a, al visitar cualquiera de ellos nos podemos quedar at�nitos al contemplarlos, pero es muy f�cil olvidar sus cimientos, ya que �stos se encuentran ocultos y por tanto, pasan desapercibidos. De hecho, si los cimientos no hubieran sido s�lidamente edificados, estas construcciones no hubieran superado los avatares del tiempo.Esto no significa, que alg�n vidrio no se resquebraje, que necesite ser remodelado, reconstruido alguna secci�n, o incluso gran parte de la edificaci�n. De igual modo que sucede con las obras de arquitectura, el noviazgo vendr�a a ser el cimiento, sobre el cual se apoya el matrimonio y la familia. Pero esto no significa, que si se lleva a cabo un muy buen noviazgo se tiene ya asegurado de antemano el matrimonio y la familia, puesto que ambos, al igual que los mencionados patrimonios hist�ricos, se construyen ladrillo a ladrillo, y se pueden cometer errores en la construcci�n, incluso muy graves, pero siempre se est� a tiempo de volver a empezar y comenzar as� la reconstrucci�n. Adem�s, uno al verlas luego de haber transcurrido cierto tiempo desde su construcci�n, puede pasar inadvertido todos los avatares que pasaron los arquitectos en su labor, lo mismo sucede con el noviazgo, el matrimonio y la familia, pero con la gran diferencia de que en �ste caso es nada menos que la persona la que est� involucrada por entero, y por tanto, el desaf�o, el reto nos llama con mayor intensidad. Recapitulando lo dicho hasta el momento, dir�a que cuidar el coraz�n es una aventura apasionante y que vale la pena ser vivida a full, sin ninguna clase de regateos.Fuente: www.aciprensa.com

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